Ocho cosas que aprendí de la Astrología

Un giro de 180º en mi vida

1. Reevalué mis valores y prioridades

La salud, por ejemplo, era una de las dimensiones de la vida que no valoraba, mientras que el trabajo estaba entre mis mayores prioridades. Y eso me trajo muchas complicaciones. Mi carta natal me ayudó a tomar conciencia de mis debilidades, tanto en mi salud como en mi evasión de la realidad, y, en consecuencia, a reevaluar mis valores y prioridades.

2. Me demostró que soy un ser único

Empecé a reconocerme como la persona más importante de mi vida. Y no, no es egocentrismo. Si no atiendo mis necesidades, ¿quién sabrá hacerlo tan bien como yo? Si no vivo mi vida como deseo, ¿quién la vivirá por mí?

3. Entendí que algunos conceptos que tenía eran creencias limitantes

Por muchas ideas y proyectos que tuviera, por muchos avances que hiciera, me sentía estancada. Tenía algunos conceptos tan arraigados que los daba por sentado, porque eso era lo que conocía, y eso me impedía salir de la llamada zona de confort. Por ejemplo, “decir no es hacer daño al otro, no es ser buena persona”.

– ¿Es realmente así?, me pregunté.

4. Reconocí algunos de mis dones, talentos y potencialidades

¿Por qué tenemos miedo de reconocer y hablar de lo que hacemos bien? Perfeccionar nuestros dones y talentos es una cosa, ahora negarlos o ni siquiera reconocerlos es otra… Yo insistía persistentemente en que no tenía ningún talento, hasta que me pregunté: ¿A qué se debe esta actitud mía? ¿Creencias? ¿Heridas? ¿Trauma?

5. Empecé a tener el coraje de tocar mis heridas emocionales

Empecé a ir al baúl de los recuerdos, a afrontar mis experiencias pasadas. A estar sola y escucharme. A cuidar de mi niña interior. Recuperar mis sueños de infancia. Reconocer y llamar por el nombre correcto las emociones que más reprimía. Yendo al origen de estas emociones. Trabajar en mi inteligencia emocional.

6. Aprendí a escuchar mi cuerpo

No cabe duda de que cuando hacemos algo en contra de nuestros valores, de nuestra voluntad, nuestro cuerpo se manifiesta y, en ocasiones, ¡incluso grita! Y seguirá gritando hasta que lo escuchemos. Empecé a trabajar con mi cuerpo emocional y mi cuerpo físico empezó a agradecerme.

7. Empecé a ser honesta conmigo misma, a iluminar mis sombras

Aprendí a asumir mi responsabilidad, a tener mayor claridad sobre mi papel en las relaciones, tanto conmigo misma como con los demás.

Aprendí a mirar a mis saboteadores internos, a patrones repetitivos y autodestructivos y a esos aspectos que proyectamos en los demás, pero que no reconocemos en nosotros mismos porque son “oscuros”.

8. Sentí la necesidad de reconectarme con mi lado femenino

Me di cuenta de que mis energías femenina y masculina, yin y yang, estaban en extremos opuestos, ninguna operaba dentro de mí de manera equilibrada y saludable. Entonces comencé a trabajar para armonizar y rescatar mi femenino.

Si me preguntas si ya tengo integrado todo.

¡No, claro que no!

Tomé conciencia de la importancia de todos estos puntos, comencé a trabajar en todos ellos y ya he visto resultados maravillosos. ¡Haber iniciado mi proyecto profesional en Astrología y hacerlo público es prueba de ello!

Recuerda que la vida es un proceso de aprendizaje constante y tenemos que poner de nuestra parte, respetando los tiempos, la cronología, la nuestra y la del Universo!

Si me preguntas si el camino es fácil.

¡No, claro que no!

Es un desafío constante, a veces me siento en mi apogeo, llena de confianza, a veces tengo mis momentos de miedo y la necesidad de retirarme a mi mundo. Sin embargo, hay una gran diferencia entre el antes y el después de aprender sobre Astrología: ahora me permito retirarme a mi mundo y estar a solas conmigo misma, escucharme a mí misma. ¡¡¡Y es tan, tan liberador!!!

Quiero vivir la vida que deseo, sin olvidar, por supuesto, que soy parte de un sistema y que mis micro acciones repercuten en el todo. No tengo que ser una “oveja”, prefiero ser la “oveja negra”.

¡Aprendí que el autoconocimiento es poder y que la astrología es una herramienta muy valiosa en este campo!

Un abrazo,

Margarita Rocha

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Sou astróloga, formada em Geografia e Economia e neste blog partilho reflexões do meu processo de autoconhecimento e da minha experiência com a Astrologia. 

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